12 julio 2016

En la jornada de ayer lunes 11 de julio, tuvo lugar la concentración en el Hoyo de Esparteros para la defensa de La Mundial.

Este edificio se ha convertido en el buque insignia de la defensa del patrimonio histórico en nuestra ciudad. Ante la inminente amenaza de derribo, distintos colectivos de la ciudad se dieron cita para protestar por lo que a Málaga le pertenece.

Como no podía ser de otra forma, Málaga 1487 estuvo allí gritando bien alto #SalvemosLaMundial.


Para los lectores que no sepan de lo que trata la historia les haremos un pequeño resumen. La zona del Hoyo de Esparteros, sita en pleno centro de la ciudad, se ha convertido en el objetivo de la especulación urbanística desde que al comienzo de este siglo el arquitecto Rafael Moneo propusiera construir un gigantesco hotel. De forma asombrosa ardieron edificios, sus dueños vendieron las parcelas y poco a poco se vislumbraba el gran solar. ¿Todos? Todos no. Uno quedaba en pie. La Mundial se erigía como el mascarón de proa de un gran barco. El Ayuntamiento de Málaga en posteriores años y como no podía ser de otra manera, puso todas las facilidades para que el proyecto saliera adelante. Reformó el plan urbanístico, prorrogó en varias ocasiones el plazo de los pagos que la constructora Braser debía. Sus esfuerzos parecían dar frutos cuando la Junta de Andalucía permitía el derribo de este singular edificio del siglo XIX.

Todo parecía en contra pero el pueblo de Málaga decidió echarse a la calle para reclamar lo que es de todos y plantar así cara a la especulación urbanística que asola la ciudad y el terrible expolio que en los últimos años se ha acrecentado.

En líneas generales, la jornada de ayer fue todo un éxito pues hubo una gran afluencia de público. Pero recordamos a todos los malagueños que hay otros tantísimos edificios en situación de alerta y zonas susceptibles de acabar como el Hoyo de Esparteros. La lucha no acaba aquí si La Mundial finalmente consigue salvarse.

Como ya mostramos en su día, haremos una defensa a ultranza de nuestro patrimonio y por ende, nuestra identidad.